Reconocemos que los valores se forjan en el calor del hogar familiar y son reforzados en nuestras aulas, porque juntos trabajamos para marcar un sello en nuestros estudiantes donde la responsabilidad es fundamental y es el centro del espíritu Preston que inculcamos. Por eso, en este mes de Junio queremos rescatar la importancia de la responsabilidad y de las actitudes que de ella se desprenden.
Asumimos que sin libertad no hay responsabilidad; por tanto, sólo quien es dueño de sus actos puede responder por cada uno de ellos. Reconocemos que la mejor enseñanza es el ejemplo que día a día, debemos darle a nuestros estudiantes. Junto a las familias, inculcamos el valor de la responsabilidad, para que cada estudiante responda ante sus compromisos y tareas encomendadas. Aprendiendo de sus errores, ya que se trasforman en una nueva oportunidad para mejorar. Y así, asumir las consecuencias de nuestras acciones, sin culpar a otros.
Cuando una persona es responsable, se anticipa a los escenarios a los que debe enfrentarse y se prepara en función de ellos, asumiendo una actitud proactiva; un ejemplo de ello, es el estudiante que anticipándose a la programación académica, prepara sus pruebas, trabajos y mantiene clara su agenda y horario semanal de compromisos. También, debemos inculcar que una persona responsable se acostumbra y valora la puntualidad; por que organiza su tiempo y valora el tiempo de los demás. Y por sobre todo, una persona responsable reconoce que “Somos seres en el mundo” y por ende nos responsabilizamos del medio ambiente y de su cuidado para las nuevas generaciones. Conversemos en casa de estas actitudes y del por qué, sin libertad, no hay responsabilidad.
